La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) manifestó este jueves su «rotundo desacuerdo» con los recientes actos de «agresiones» perpetradas por la empresa minera Barrick Gold, respaldada por miembros de la Policía Nacional y el Ejército de la República Dominicana, contra la comunidad de Arroyo Vuelta, en la provincia de Sánchez Ramírez.
En un comunicado, los obispos dominicanos aseguraron que estas agresiones también han afectado a cinco comunidades de la zona, pertenecientes al distrito municipal de Zambrana, en el municipio de Cotuí.
«Estos hechos, caracterizados por el uso desproporcionado de la fuerza, la violación de los derechos humanos y el irrespeto a la dignidad de las personas, donde han sido lesionados dos sacerdotes y varios habitantes de las mencionadas comunidades, son inaceptables en un estado de derecho que debe garantizar la justicia, la paz y el respeto a los ciudadanos, especialmente a los más pobres y desprotegidos. ¡Es urgente decir no a la estrategia del miedo!», señaló el comunicado.
La Iglesia católica reafirmó su misión de defender la vida y la dignidad humana, repudiando cualquier acción que viole los derechos fundamentales de las comunidades afectadas. Además, expresó su solidaridad con el obispo de La Vega, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, presidente de la Comisión Nacional de Pastoral de Ecología y Medio Ambiente, quien ha sido un defensor activo de estas comunidades.
«Es inadmisible que el afán de lucro prime sobre la vida y la tranquilidad de las familias afectadas en la zona», añadieron los obispos.
La institución hizo un llamado a las autoridades nacionales para que todos los sectores involucrados respeten el marco jurídico y promuevan el diálogo, en el cual la Iglesia está dispuesta a participar para encontrar una solución justa a la situación.
«Exhortamos a que se investiguen estos hechos con imparcialidad, se sancione a los responsables de estos abusos y se garanticen medidas para reparar los daños causados a los afectados. Recordamos que la explotación de los recursos naturales debe realizarse con responsabilidad social, ambiental y ética», agregó el comunicado.
Los obispos también invitaron a la comunidad nacional a unirse en solidaridad con los afectados y a expresar su rechazo de manera pacífica a estas prácticas. Asimismo, pidieron a todos los fieles que se unan en oración para que reine la justicia y la paz en la patria.
Dirigentes de la comunidad de Arroyo Vuelta, en el distrito municipal de Zambrana, Cotuí, denunciaron el martes una supuesta acción de violencia cometida por agentes de la Policía Nacional. En un video difundido en redes sociales, un sacerdote con el rostro ensangrentado denunció que él y otros residentes del lugar fueron «agredidos» por miembros de la Policía Nacional.
Según los comunitarios, las operaciones de la minera Barrick Pueblo Viejo, subsidiaria de la canadiense Barrick Gold, buscan sofocar sus reclamos de no ser desalojados de sus tierras para permitir nuevas explotaciones mineras en la región.