Los vertederos a cielo abierto en la República Dominicana: Progresos y desafíos en la eliminación de estos sitios

En junio de 2023, el Gobierno dominicano estableció como objetivo que, para el año 2027, no existan vertederos a cielo abierto en el país, en cumplimiento con la Ley 225-20 de Residuos Sólidos, que ordena el cierre definitivo de los vertederos irregulares. A un año y medio de las declaraciones del presidente Luis Abinader, el proceso de cierre de estos sitios ha mostrado avances, pero también presenta importantes desafíos en varias demarcaciones.

Según el Fideicomiso Público Privado para la Gestión Integral de Residuos Sólidos (DO Sostenible), hasta octubre de 2024 se había logrado el cierre técnico de cuatro vertederos, incluidos los de San Francisco de Macorís (90 %), Dajabón, Tamboril y Villa González. Además, 22 proyectos están en proceso, entre ellos el cierre de vertederos en Cancino, Moca, La Vega y Pedernales.

¿Qué implica el cierre técnico de un vertedero?

El cierre técnico de un vertedero consiste en dejar de recibir desechos, confinar la basura existente y reducir su impacto ambiental. El proceso incluye la impermeabilización de la zona, el uso de geomembranas y la instalación de un sistema de drenaje para controlar los lixiviados, que pueden contaminar el agua. Además, se gestionan los gases generados para evitar la emisión de metano.

Manejo de residuos tras el cierre

A pesar de la clausura de vertederos, los residuos no desaparecen. En su lugar, se han instalado rellenos sanitarios y plantas de valorización. En San Francisco de Macorís, por ejemplo, una planta de recepción y procesamiento de residuos con capacidad para recibir 350 toneladas diarias opera bajo el concepto de “zero waste”. Esta planta recupera el 13 % de los residuos reciclables y transforma los restos en Combustibles Derivados de Residuos (CDR), que se utilizan en la industria cementera.

Desafíos con los residuos orgánicos

Uno de los mayores obstáculos en la gestión de residuos es la gran cantidad de residuos orgánicos, que constituyen el 50 % de los desechos recibidos en la planta de San Francisco de Macorís. Para abordar este problema, se está planificando la construcción de una planta de compostaje, que permitirá aprovechar estos materiales y mejorar la eficiencia de los rellenos sanitarios.

El caso de San Luis

A pesar de los avances, algunos vertederos siguen operando de manera irregular. El vertedero de San Luis, en Santo Domingo, continúa colapsado debido a la falta de recursos y personal para controlar su funcionamiento. Las autoridades locales han anunciado medidas de intervención para reducir la cantidad de desechos, especialmente en áreas cercanas a humedales.

Proyecciones para 2025

Para el año 2025, se prevé el cierre de más de 20 vertederos, incluidos los de Hato Mayor, San Luis, Salcedo, Villa Tapia y El Seibo. Además, se están construyendo rellenos sanitarios en Sosúa y estaciones de transferencia de residuos en varios puntos del país.

El cierre de los vertederos a cielo abierto es una de las prioridades ambientales del Gobierno dominicano. Aunque se han logrado avances en la clausura de algunos vertederos y en la creación de nuevas infraestructuras de gestión de residuos, el país aún enfrenta desafíos importantes, especialmente en áreas donde los vertederos están colapsados o fuera de control. La colaboración entre el sector público, privado y la ciudadanía será clave para cumplir con la meta de erradicar los vertederos a cielo abierto para 2027.

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