La policía en Hungría informó el jueves que está investigando una serie de amenazas de bomba enviadas a más de 240 escuelas en todo el país, lo que llevó a la cancelación de clases en algunas de las instituciones afectadas.
Las amenazas, enviadas por correo electrónico, contenían el mismo texto y, según las autoridades, probablemente fueron enviadas por un único remitente. La policía envió agentes a todas las escuelas afectadas para llevar a cabo las inspecciones. Hasta el momento, no se han encontrado explosivos en ninguno de los edificios revisados.
Reacción ante las amenazas
Gergely Gulyás, jefe de gabinete del primer ministro Viktor Orbán, señaló que “la educación en la mayoría de las escuelas del país continúa sin problemas” y que los administradores escolares tienen la autoridad para decidir si envían a los estudiantes a casa.
Gulyás también indicó que Orbán se había comunicado varias veces el jueves con el ministro del Interior y el responsable de los servicios secretos húngaros sobre el asunto.
Se informó que los correos electrónicos fueron enviados desde varios proveedores de correo electrónico, incluidos algunos extranjeros. Los servicios secretos de Hungría están trabajando estrechamente con sus homólogos en Eslovaquia, donde el año pasado se registraron amenazas de bomba similares.
Este incidente sigue a amenazas de bomba similares en alrededor de una docena de ciudades en Bulgaria, ocurridas el miércoles, según informó la radiodifusora pública búlgaro BNT.
