
Dos adolescentes patinadores, sus madres y dos entrenadores campeones mundiales de Boston estaban entre los 14 miembros de la comunidad de patinaje que perdieron la vida cuando un vuelo de American Airlines chocó con un helicóptero del Ejército y se estrelló en las gélidas aguas del río Potomac.
Los patinadores Jinna Han y Spencer Lane fueron confirmados entre los fallecidos, junto con sus madres y los entrenadores Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, según informó Doug Zeghibe, director ejecutivo del Club de Patinaje de Boston, el jueves durante una conferencia de prensa. Shishkova y Naumov, campeones mundiales de parejas en 1994, también estaban a bordo.
En total, 14 víctimas regresaban de un campamento nacional de desarrollo para jóvenes patinadores luego del Campeonato de Estados Unidos en Wichita, Kansas, según indicó Zeghibe.
"El patinaje es una comunidad muy unida y estrecha. Estos niños y sus padres entrenan en nuestras instalaciones en Norwood seis o incluso siete días a la semana. Es un lazo fuerte y sólido", comentó Zeghibe. "Este evento tendrá un impacto profundo en nuestra comunidad de patinaje".
El Kremlin también confirmó que Shishkova y Naumov se encontraban en el vuelo. Entre sus estudiantes se encontraba su hijo Maxim, de 23 años, ex campeón juvenil de Estados Unidos y cuarto en los campeonatos nacionales senior durante los últimos tres años. Maxim terminó en la cuarta posición el domingo pasado, mientras sus padres lo observaban en el INTRUST Bank Arena de Wichita.
Maxim Naumov voló de regreso a casa el lunes. "No tenía razón para quedarse en el campamento nacional de desarrollo", explicó Zeghibe durante una conferencia a unos 30 minutos al sur de Boston. "Sus dos padres estaban con él mientras competía. Es conocido que a su mamá siempre le ponía muy nerviosa verlo patinar", dijo el director del club, visiblemente emocionado.
El avión de American Airlines transportaba 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación, mientras que tres soldados estaban a bordo del helicóptero Blackhawk, que realizaba un vuelo de entrenamiento. Las esperanzas de encontrar sobrevivientes se desvanecieron al amanecer.
"Pasamos de una operación de rescate a una operación de recuperación", comentó John Donnelly, jefe de bomberos de Washington, el jueves por la mañana. "No creemos que haya sobrevivientes".
Donnelly expresó su confianza en que los restos de las víctimas serán recuperados, aunque advirtió que el proceso podría tomar tiempo.
Esta no es la primera tragedia aérea que afecta a la comunidad de patinaje sobre hielo en Estados Unidos. El 15 de febrero de 1961, 18 miembros del equipo estadounidense que competiría en el campeonato mundial en Praga perdieron la vida cuando el vuelo 548 de Sabena se estrelló en Berg-Kampenhout, cerca de Bruselas. También murieron seis entrenadores y cuatro oficiales de patinaje, junto con varios familiares.