
La disminución de pacientes haitianos en hospitales dominicanos ha tenido un impacto significativo no solo en las estadísticas de atención, sino también en los gastos operativos de los centros de salud públicos. Esta caída en la demanda, impulsada por el temor a detenciones y deportaciones, ha significado una reducción en los costos para la administración hospitalaria.
“El gasto ha bajado porque vienen menos pacientes que no tienen seguro médico”, explicó una fuente de la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, uno de los centros más importantes del país.
Variación en cifras
Según datos del Repositorio de Información y Estadísticas de Servicios de Salud (Riess) del Servicio Nacional de Salud (SNS), se ha registrado una notable caída en la atención a parturientas haitianas:
- Mayo 2023: Se realizaron 7,884 partos. De ellos, 5,141 (65.2 %) fueron a madres dominicanas y 2,726 (34.2 %) a haitianas.
- Mayo 2024: El número total de partos cayó a 6,060. De estos, 4,116 (67.7 %) fueron de madres dominicanas y 1,944 (32 %) de haitianas.
- Mayo 2025: La cifra total se redujo aún más a 4,785 partos, con 3,920 (81.9 %) a madres dominicanas y apenas 849 (17.7 %) a madres haitianas.
Esto representa una disminución de 14.3 puntos porcentuales en la participación de madres haitianas entre 2024 y 2025, marcando una baja significativa en apenas un año.
Descenso generalizado
La baja asistencia de pacientes haitianos no solo se refleja en los partos, sino también en otras áreas clave del sistema hospitalario:
- Emergencias: 13,626 atenciones a haitianos en mayo de 2025, frente a 39,345 en mayo de 2024.
- Hospitalizaciones: 1,792 en mayo 2025, comparadas con 4,262 en mayo de 2024.
- Hospitalizaciones generales (mayo 2023): 35,963, de las cuales 5,234 (15.1 %) fueron a ciudadanos haitianos y 29,111 (84.3 %) a dominicanos.
La disminución en la presencia de pacientes haitianos en los hospitales públicos dominicanos no solo representa un cambio en la carga asistencial, sino que también influye directamente en la economía del sistema de salud. La reducción de pacientes sin seguro —en su mayoría migrantes indocumentados— ha aliviado los costos, pero plantea interrogantes sobre el acceso a servicios médicos esenciales y los derechos humanitarios en contextos migratorios complejos.