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China ha ordenado a los bancos y otras instituciones financieras que impulsen el financiamiento al consumidor y el uso de tarjetas de crédito como parte de una nueva iniciativa para fomentar el gasto entre la población.
La directiva, emitida el viernes por el regulador financiero del país, es parte de los esfuerzos del Partido Comunista para recuperar la confianza de los consumidores, quienes, preocupados por el empleo y las perspectivas económicas, están optando por ahorrar en lugar de gastar.
Se indicó que los bancos deben aumentar los préstamos y buscar soluciones para ayudar a los prestatarios con dificultades. Tras el anuncio de la Comisión Nacional de Regulación Financiera, los mercados bursátiles chinos experimentaron un fuerte repunte.
Esfuerzos para incentivar el gasto y la inversión
El gobierno tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa el lunes para detallar las acciones encaminadas a aumentar el gasto y la inversión, dos factores clave para mantener la economía estable tras los desafíos derivados de la pandemia de COVID-19, que dejó a millones sin empleo y obligó a muchas empresas a cerrar.
A pesar de que la economía china, la segunda más grande del mundo, ha crecido recientemente alrededor del 5%, las preocupaciones sobre el empleo y los altos costos en salud y educación han llevado a muchos a ser cautelosos con el gasto, afectando el impulso económico.
La caída continua del mercado inmobiliario, consecuencia de las políticas del gobierno para controlar el endeudamiento de los promotores, también ha minado la confianza de los consumidores, haciendo que muchas familias se sientan menos seguras financieramente.
El año pasado, las exportaciones ayudaron a compensar la debilidad persistente de la demanda interna, un motor clave de la actividad empresarial.
Sin embargo, las políticas comerciales de Estados Unidos, incluidas las tarifas arancelarias impuestas por el gobierno de Donald Trump sobre productos chinos, podrían reducir las exportaciones del país asiático en los próximos meses, aumentando el riesgo para diversos sectores empresariales.
Además de fomentar el uso del crédito al consumidor, el gobierno chino está invirtiendo miles de millones de dólares en programas para cambiar automóviles y electrodomésticos, lo que no solo busca promover el uso de productos más eficientes en términos energéticos, sino también reducir los inventarios acumulados por la débil demanda.
Aunque el financiamiento al consumidor y los préstamos personales en China son históricamente bajos en comparación con Estados Unidos y otros países, han mostrado un aumento en los últimos años.
En China, casi nueve de cada diez familias son propietarias de su hogar, mientras que menos de la mitad de ellas tienen hipotecas. Además, el uso de efectivo y pagos digitales es más común que el de tarjetas de crédito.