El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha reducido los niveles de alerta en el Gran Santo Domingo, San Pedro de Macorís y La Romana de rojo a amarillo, tras la mejora parcial de las condiciones meteorológicas. Sin embargo, el COE hace un llamado a no bajar la guardia, ya que las lluvias seguirán afectando la región durante los próximos días.
Juan Manuel Méndez, director del COE, destacó que aunque la alerta ha bajado en estas provincias, el riesgo persiste debido a los suelos saturados y las precipitaciones continuas. Además, se mantienen en alerta roja las provincias de Barahona, San Cristóbal, Independencia, San José de Ocoa, Monte Plata, San Juan, Azua, Peravia y Pedernales, donde las lluvias se intensificarán.
Las provincias en alerta amarilla incluyen La Vega, Samaná, Hato Mayor, El Seibo, Elías Piña, Duarte, Bahoruco, Monseñor Nouel, Sánchez Ramírez, Montecristi, Dajabón y La Altagracia. Por otro lado, se mantiene en verde María Trinidad Sánchez, Santiago, Santiago Rodríguez, Hermanas Mirabal y Espaillat.
El COE ha reportado daños en viviendas, infraestructuras y el desplazamiento de miles de personas debido a las lluvias. Se estima que 263 viviendas han sido afectadas, con 1,465 personas desplazadas por las condiciones meteorológicas adversas.
Glorias Ceballos, directora del Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet), alertó que este fenómeno continuará trayendo aguaceros en las próximas jornadas, y se prevé que afecte especialmente a la región suroeste, transformándose en un huracán que traerá lluvias intensas a las provincias cercanas a la frontera.
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