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Desde las primeras horas de la mañana de este viernes, un contingente de personas acompañado por equipos pesados de la empresa Barrick Gold inició el desmonte de una gran parte de la cobertura boscosa que protege la cabecera del río El Naranjo, en el municipio de Cotuí.
Según denuncian residentes locales, esta es la tercera vez en la semana que maquinaria de la empresa entra al área para talar decenas de árboles, aunque esta ocasión ha sido notable por la presencia de un mayor número de trabajadores.
“Hacemos un llamado a la población para que venga, que no nos dejen solos en Cotuí. Necesitamos el agua, y nosotros no podemos solos”, expresó Concepción Sosa, uno de los líderes comunitarios que resiste la intervención.
Desde el 8 de enero de este año, los habitantes del distrito municipal de Zambrana conviven con una presencia constante de militares y policías, quienes han facilitado el acceso de la maquinaria pesada al área en disputa.
El pasado 8 de marzo, el sacerdote Nino Ramos denunció públicamente lo que describió como una tala indiscriminada en la zona de la cabecera del río El Naranjo por parte de Barrick Gold.
Pese a las múltiples denuncias comunitarias, hasta la fecha —según los afectados— ningún representante del Ministerio de Medio Ambiente ni de la fiscalía de Cotuí se ha presentado en el lugar para detener lo que describen como un “crimen ambiental”.