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El ícono del hip-hop y magnate musical Sean Combs, conocido artísticamente como Diddy, fue absuelto este miércoles de los cargos federales más graves relacionados con tráfico sexual, pero declarado culpable de delitos menores vinculados a prostitución.
Tras dos meses de juicio en un tribunal federal de Manhattan, donde salieron a la luz detalles escabrosos de su vida privada, un jurado encontró culpable al empresario de 55 años por violar la Ley Mann, al transportar acompañantes sexuales entre estados. Cada uno de los dos cargos implica una posible condena de hasta 10 años de prisión.
Combs había sido acusado de conspiración para cometer crimen organizado y tráfico sexual, cargos que podrían haberle acarreado cadena perpetua, pero fue exonerado. Al escuchar el veredicto, Diddy alzó las manos en señal de oración, visiblemente aliviado, y agradeció al jurado con gestos.
Su abogado defensor, Marc Agnifilo, solicitó que fuera liberado bajo fianza y puesto bajo arresto domiciliario en su residencia de Florida, proponiendo una fianza de un millón de dólares, en vista de su absolución parcial. La fiscal adjunta Maurene Comey se opuso con firmeza:
“Los delitos por los que fue condenado siguen siendo graves y ameritan una sentencia prolongada”.
El juez Arun Subramanian pospuso la decisión sobre la fianza hasta escuchar los argumentos completos, citando a las partes nuevamente a la 1:00 p.m.
Combs permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn desde su arresto en septiembre de 2024. Tras la audiencia, se arrodilló a orar mientras su familia y seguidores reaccionaban con vítores y aplausos. Salió discretamente por una puerta lateral.
Testimonios, drogas y abusos
Durante el juicio, la fiscalía presentó a 34 testigos y describió a Combs como el líder de una red de explotación sexual activa durante al menos dos décadas. Se proyectó un video de seguridad en el que golpea a su entonces pareja, la cantante Cassie Ventura, en un hotel de Los Ángeles en 2016, además de evidencia de un intento de soborno de $100,000 dólares a guardias para ocultar las imágenes.
Los fiscales también alegaron que Combs ordenó a sus empleados comprar y transportar drogas ilegales para fiestas sexuales, conocidas como “freak-offs”, donde participaban parejas y acompañantes masculinos bajo los efectos de sustancias.
Douglas Wigdor, abogado de Ventura, celebró el veredicto:
“Nos complace que finalmente se le haya responsabilizado por delitos federales. Aunque fue absuelto de los cargos más graves, aún enfrenta una posible condena de hasta 20 años”.
El fin de un imperio
La condena marca una caída en picada para el fundador de Bad Boy Records, cuyo imperio fue valorado en casi mil millones de dólares. Diddy era conocido por sus fiestas ostentosas en los Hamptons, Beverly Hills y Miami Beach, y por su influencia tanto en la música como en el mundo empresarial.
En su alegato final, la fiscal Christy Slavik fue contundente:
“Combs creyó que su fama, riqueza y poder lo colocaban por encima de la ley. Pero este juicio demostró lo contrario”.
