SANTO DOMINGO, R.D. – El reconocido dramaturgo, director teatral y figura fundamental de la cultura dominicana, Franklin Domínguez, falleció este martes a los 94 años tras una larga lucha contra una metástasis ósea. La noticia de su partida ha consternado profundamente al ámbito cultural nacional, que pierde a uno de sus grandes exponentes.
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El pasado 18 de agosto, su familia informó sobre su ingreso en un centro médico debido a su delicado estado de salud. Desde entonces, permaneció bajo atención médica especializada y rodeado de sus seres queridos, quienes vivieron momentos de dolor mientras el maestro de las artes escénicas luchaba por su vida.
Un legado inmenso en las artes escénicas
Nacido el 5 de junio de 1930 en Santiago de los Caballeros, Franklin Domínguez fue un verdadero pionero en el teatro, el cine, la televisión y la docencia en la República Dominicana. Con una carrera que abarcó más de 70 obras teatrales, muchas de las cuales fueron representadas internacionalmente y traducidas a varios idiomas, dejó una huella indeleble en la cultura nacional.
Entre sus trabajos más destacados se encuentran:
Omar y los demás (1975)
Lisístrata odia la política (1979)
Los borrachos (1983)
Las extrañas presencias (1992)
La telaraña del poder (2000)
Domínguez también incursionó en el cine como pionero del cine dominicano, siendo el director del largometraje “La silla” (1963), uno de los primeros largometrajes de la historia del cine nacional. En la ópera, dejó su sello con la obra Anacaona, y también escribió piezas infantiles, como Las aventuras de Chachalaca y Pelón, mostrando su versatilidad como creador.
Reconocimientos y distinciones
A lo largo de su carrera, Franklin Domínguez fue reconocido con el Premio Nacional de Teatro y el Premio Nacional de Literatura, así como una serie de distinciones nacionales e internacionales por su destacado aporte a las artes. Además, ocupó importantes cargos de liderazgo en diversas instituciones artísticas y fue miembro activo de entidades de autores, tanto locales como extranjeras.
Su paso por el teatro nacional marcó un antes y un después, influyendo en generaciones de artistas y siendo clave en la formación de nuevas voces del arte dominicano. Su dedicación a la educación artística lo convirtió en un referente tanto en la docencia como en la gestión cultural, llegando a ocupar el cargo de director del Departamento de Bellas Artes en su país.
Un adiós doloroso para el arte dominicano
La noticia de su fallecimiento ha provocado un torrente de reacciones en el mundo cultural. El ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, expresó sus más profundas condolencias en un emotivo mensaje publicado en las redes sociales, reconociendo la trayectoria impecable de Domínguez y su incansable contribución a la cultura dominicana.
“Franklin Domínguez fue un hombre cuya vida estuvo dedicada al arte, al teatro y al cine, y su legado vivirá por siempre en nuestras producciones, en nuestras escuelas y en los corazones de aquellos que lo conocimos y admiramos. Hoy perdemos un gran maestro, pero su influencia y su trabajo seguirán siendo una inspiración para las futuras generaciones de artistas”, expresó Salcedo en su mensaje.
Su legado vive en el arte dominicano
Franklin Domínguez será recordado como una de las grandes figuras del arte dominicano, cuyo trabajo trascendió generaciones y fronteras. Su legado es una parte esencial de la historia del teatro, el cine y la literatura en la República Dominicana, y su influencia perdurará por siempre en la memoria colectiva del pueblo.
