La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, afirmó que las recientes muertes de niños a manos de sus propios padres evidencian una grave deuda social en salud mental en República Dominicana.
Durante la reunión de la Fuerza de Tarea Conjunta, encabezada por el presidente Luis Abinader, la funcionaria expresó que la salud mental fue relegada durante años, lo que hoy se refleja en tragedias como la ocurrida en agosto, con al menos siete menores asesinados por sus padres.
“La salud mental dejó de ser prioridad hace muchos años. Es un tema de salud, pero también de seguridad, protección a la niñez y otros grupos vulnerables”, subrayó.
Raful pidió más inversión en salud mental, incluyendo centros especializados, personal capacitado y tecnología para atender casos de forma preventiva y garantizar ayuda gratuita o accesible a quienes la necesiten.
Recordó que la situación se ha agravado en el país tras la pandemia, y criticó la falta de programas que orienten a la población para identificar señales de alerta en sus entornos familiares.
También hizo un llamado a la corresponsabilidad social, afirmando que este no es un problema exclusivo del Gobierno:
“Todos podemos ser víctimas silenciosas de algo que afecte nuestra salud mental. Necesitamos un trabajo comprometido y genuino para ayudarnos entre todos.”
