
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció que la entidad está trabajando para encontrar una solución efectiva a la inseguridad en Haití, especialmente en lo que respecta a las bandas armadas.
A través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), Almagro compartió: “Tuve una reunión con el Ministro de Defensa de Haití, Jean Marc Berthier Antoine, para discutir su postura sobre una solución liderada por Haití, la cual será respaldada por la OEA mediante cooperación técnica para implementar medidas que fortalezcan las capacidades y establezcan un mecanismo efectivo de fuerzas armadas”.
Esto sin duda complementará las acciones de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití, que apoya al gobierno de transición y a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS).
LAS BANDAS ARMADAS.-
Según investigaciones de las Naciones Unidas, Haití enfrenta un fuerte control por parte de pandillas armadas que actúan con violencia y llevan a cabo actos brutales en la capital. Estas bandas bloquean carreteras y controlan el acceso a recursos vitales como agua, alimentos y atención médica, utilizando la violencia sexual como un medio de terrorizar a la población.
El ejército de Haití, limitado en recursos y capacidades, junto con la Policía Nacional de Haití (PNH), no son suficientes para manejar la situación. El país necesita apoyo internacional para restaurar la paz y la seguridad, alejando a sus ciudadanos del miedo constante a asesinatos, desplazamientos, secuestros y violaciones.
Informes indican que 162 pandillas armadas, con alrededor de 3,000 miembros, controlan cerca del 80 % de la capital.
ANTECEDENTES SOBRE LA SITUACIÓN.-
Haití se independizó en 1804 tras una rebelión contra Francia por la reintroducción de la esclavitud. Desde 1915 hasta 1934, estuvo bajo ocupación estadounidense.
A lo largo de su historia, el país ha experimentado inestabilidad política y violencia. Desde 1957 hasta 1986, estuvo bajo la dictadura de los Duvalier. Desde entonces, ha habido elecciones irregulares, un golpe militar y episodios de violencia política. Estados Unidos intervino militarmente en Haití en 1994 y 2004.
El último presidente electo, Jovenel Moïse, fue asesinado en 2021, dejando un vacío de poder. Ariel Henry ha estado actuando como primer ministro y presidente interino.
IMPACTO EN EL PUEBLO HAITIANO Y EL MEDIO AMBIENTE.-
La violencia en Haití ha alcanzado niveles alarmantes. Entre el 1 de enero y el 9 de septiembre de 2023, se reportaron 3,000 homicidios y más de 1,500 secuestros. Alrededor de 200,000 personas, la mitad de ellas niños, han tenido que huir de sus hogares por la inseguridad. Muchos niños no pueden asistir a la escuela debido a la situación.
Uno de cada dos haitianos vive en extrema pobreza, sufriendo de hambre y sin acceso regular a agua potable. Además de los huracanes que devastaron el país en 2008, un terremoto en 2010 mató a 316,000 personas y dejó a más de un millón de haitianos sin hogar. A pesar de la ayuda internacional, Haití sigue sin recuperarse completamente.
RESPUESTA DE LA ONU A LA CRISIS EN HAITÍ.-
En octubre del año pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el despliegue de una misión de apoyo a la seguridad multinacional (MSS) para respaldar a la debilitada fuerza policial de Haití, liderada por Kenia, que incluirá aproximadamente 1,000 efectivos. A diferencia de la misión de mantenimiento de paz de la ONU en Haití, que finalizó en 2017, esta misión no será una operación de la ONU.
Maria Isabel Salvador, la Representante Especial de la ONU para Haití, destacó que “aunque mejorar la situación de seguridad es esencial para romper el ciclo de crisis, la estabilidad a largo plazo solo se logrará mediante un proceso político inclusivo que incluya elecciones creíbles”.
La ONU ha lanzado un plan de respuesta humanitaria que requiere $720 millones para ayudar a más de tres millones de personas, aunque solo ha sido financiado en un 23 por ciento hasta el momento.