El mundo del entretenimiento está de luto tras la triste noticia del fallecimiento del actor Ron Ely, reconocido por su icónica interpretación de Tarzán en la popular serie de televisión de los años 60.
Ely falleció el 29 de septiembre a los 86 años en su hogar en Santa Bárbara, California, rodeado de sus seres queridos, según confirmó su hija, Kirsten Ely.
“El mundo ha perdido a uno de los hombres más grandes que ha conocido, y yo he perdido a mi padre… Él era un verdadero héroe. Fue actor, escritor, entrenador, mentor y un padre ejemplar. Creó una ola de influencia positiva dondequiera que iba”, expresó en un comunicado compartido en sus redes sociales.
Kirsten también destacó la “perseverancia inquebrantable” de su padre, así como su dedicación a la familia y amigos, y su valentía para hacer lo correcto.
Nacido el 21 de noviembre de 1938 en Hereford, Texas, Ely se destacó desde joven por su atractivo y su talento actoral. Su carrera despegó al ser elegido para interpretar a Tarzán en la serie de NBC, que se emitió entre 1966 y 1968.
La serie, repleta de emocionantes aventuras en la selva y su interacción con la fauna, cautivó a audiencias en todo el mundo. La imagen de Ely, vestido con su característico taparrabos y mostrando habilidades acrobáticas, se convirtió en un símbolo de la época, catapultándolo a la fama y abriendo puertas a una carrera variada en cine y televisión.
Aparte de su papel más emblemático, Ron Ely participó en diversas producciones a lo largo de su carrera, explorando distintos géneros. Aunque su legado siempre estará ligado a su interpretación de Tarzán, su versatilidad como actor lo llevó a desempeñar muchos otros roles.
Además, fue el anfitrión del certamen de belleza Miss America en 1980 y 1981. Más tarde, se casó con Valerie Lundeen, ex participante de Miss Florida, con quien tuvo tres hijos.
En sus últimos años, Ely se aventuró en la escritura, publicando dos novelas: “Night Shadows” (1994) y “East Beach: A Mystery Featuring Jake Sands” (1995).
La vida de Ely también estuvo marcada por tragedias. En 2019, su hijo Cameron, quien supuestamente sufría de encefalopatía traumática crónica, fue responsable de la muerte de su madre, Valerie Lundeen, antes de ser abatido por la policía en Santa Bárbara, California.
