
NUEVA YORK — Freddie Freeman conectó su tercer jonrón consecutivo y Walker Buehler lanzó otra impresionante actuación en la Serie Mundial, guiando a los Dodgers de Los Ángeles a una victoria de 4-2 sobre los Yankees de Nueva York, lo que les otorga una ventaja de 3-0 en la serie.
A pesar de que su estrella Shohei Ohtani juega con un hombro izquierdo parcialmente dislocado, los Dodgers están a un paso de una barrida que sorprendió a muchos analistas, considerando que ambos equipos dominaron sus respectivas ligas esta temporada.
Buehler, junto con seis relevistas, mantuvo a raya a los Yankees, y los Dodgers buscan su segundo título en cinco años y el octavo en la historia de la franquicia. Freeman abrió el marcador con un jonrón de dos carreras en el primer inning, mientras que Mookie Betts y el puertorriqueño Kiké Hernández también contribuyeron con sencillos remolcadores. La defensa de los Dodgers brilló, destacando un impresionante tiro del jardinero Teoscar Hernández que sacó a un corredor en el plato.
Los Yankees evitaron la blanqueada gracias a un jonrón de dos carreras de Alex Verdugo en el noveno inning, ante un descontrolado Clark Schmidt. Con este batazo, Freeman empató el récord de George Springer al conectar un jonrón en cinco juegos consecutivos de la Serie Mundial.
Además, Freeman se convirtió en el tercer jugador en conectar de jonrón en los primeros tres juegos de un Clásico de Otoño, uniéndose a Hank Bauer y Barry Bonds.
El cuarto juego se llevará a cabo el martes, y tras haber usado a sus tres abridores, los Dodgers planean iniciar con un bullpen. El novato dominicano Luis Gil será el abridor por los Yankees.
Históricamente, nadie ha barrido una Serie Mundial desde 2012, y los Yankees, en busca de su 28º campeonato, están al borde de ser barridos por cuarta vez en la historia de la serie.
En un emotivo inicio, Derek Jeter, cinco veces campeón de la Serie Mundial, lanzó el primer lanzamiento ceremonial ante 49,368 aficionados en el Yankee Stadium, el primer Clásico de Otoño en el Bronx desde 2009.
Los Dodgers no tardaron en dar el primer golpe, con un inicio fulminante por parte de Freeman y la sólida actuación de Buehler, quien permitió solo dos hits en cinco entradas, logrando cinco ponches. A pesar de sus problemas físicos durante la temporada, Buehler no había conseguido una victoria desde mayo.