Ismael Ureña Pérez tenía solo 14 años cuando, el verano pasado, decidió abandonar la pensión donde estaba concentrado en San Luis, Santo Domingo Este, con el sueño de firmar para las Grandes Ligas. En su casa, le confesó a su hermano mayor que sentía que no podía mover las piernas, que sus ojos se ponían amarillos y que su orina se volvía roja, como la sangre.
“Mami, me están maltratando”, le dijo a su madre, Iris Pérez, quien al ver la orina de su hijo, decidió llevarlo inmediatamente al médico. Los análisis confirmaron la sospecha: Ismael había sido inyectado con sustancias utilizadas en caballos para mejorar el rendimiento físico. El adolescente finalmente confesó que se le había administrado esta sustancia, pero había evitado contarle a sus padres por temor.
Pocos días después, Ismael falleció en el hospital. Sin embargo, la tragedia no terminó allí. Dos de sus hermanos, que también entrenaban en la Yordy Cabrera Baseball Academy, quedaron con secuelas, como taquicardia y alteraciones en la vista.
Desesperados por la falta de recursos, los padres de Ismael, Inoel Ureña e Iris Pérez, viajaron a Santiago de los Caballeros para exponer el caso al abogado José Orlando Aracena Peña, de la Fundación Familia Sin Violencia (Funfasinvi), quien decidió asumir la defensa.
En un emotivo video difundido en TikTok, Inoel Ureña expresó entre lágrimas: "Estoy aquí porque quiero justicia, porque me mataron a mi hijo, y quiero justicia por él. Me le estaban inyectando cosas que yo no autoricé y por eso quiero justicia".
La querella
El pasado martes, un equipo de abogados de Funfasinvi presentó una querella formal en la Fiscalía de Santo Domingo Este contra Yordy Cabrera, exjugador profesional que dirige la academia en la que ocurrieron los hechos. Los abogados solicitan que se imponga una medida de coerción contra Cabrera, de 34 años, y que se le dicte prisión preventiva. Cabrera, quien jugó en la MLB con los Atléticos de Oakland, Marlins de Miami, y los Gigantes del Cibao en la Liga Dominicana, es acusado de violar varios artículos del Código Penal Dominicano, la Ley de Salud (42-01), la Ley 136-03 sobre Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, y la Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas.
El "Bodedone", conocido como "caballín" en el mundo del béisbol, es un esteroide utilizado comúnmente en caballos, pero también tiene versiones para humanos. Este esteroide ha sido la causa de suspensiones en la MLB de peloteros como Jenrry Mejía, Abraham Almonte, Jorge Bonifacio y Francis Martes.
"Rescatando a Esmerling"
José Orlando Aracena, abogado de la familia, expresó su horror al conocer el caso: "Me asusté cuando la familia me contactó, porque tengo un nieto en una academia. Es un absurdo que a un joven lo estén sometiendo a experimentos con sustancias para caballos". Según Aracena, algunas academias inyectan a los jóvenes para que aparenten ser superestrellas ante los scouts, pero los efectos son devastadores cuando se desvanecen.
La Fundación Funfasinvi ha adoptado el caso bajo el nombre de "Rescatando a Esmerling", en referencia a un joven de la familia que también sufrió secuelas por el uso de estas sustancias. El abogado insiste en que la Procuraduría General de la República debe intervenir y regular las academias de béisbol para evitar que estos abusos sigan ocurriendo.
Próximos pasos legales
La fundación ha solicitado a la Fiscalía que se fusione este caso con el de otros jóvenes que han sufrido daños similares, ya que, según Aracena, hay varios menores involucrados en este tipo de prácticas ilegales.
Cabrera, quien fue firmado por los Atléticos en 2010, jugó hasta 2019 en la MLB y la Liga Dominicana, y también reforzó equipos en Puerto Rico, México y Canadá. Su carrera se ve ahora empañada por este escándalo que, según la familia de Ismael, busca exponer una red de abusos que pone en riesgo a jóvenes en busca de cumplir su sueño de llegar a las Grandes Ligas.
