
La aerolínea estadounidense de bajo costo Spirit Airlines se ha declarado en quiebra, aunque ha asegurado que sus operaciones, incluidos vuelos, ventas de boletos y reservas, continuarán con normalidad. La compañía, con sede en Dania Beach (Florida), ha anunciado un acuerdo de reestructuración integral con el objetivo de reducir el apalancamiento de su balance y mantenerse competitiva en el mercado de vuelos de bajo costo.
Este acuerdo, firmado de forma voluntaria, cuenta con el apoyo de la mayoría de los tenedores de bonos de la aerolínea. Spirit Airlines ha expresado su confianza en que la reestructuración permitirá reducir su deuda, mejorar su flexibilidad financiera y asegurar su estabilidad a largo plazo.
En octubre, la aerolínea ya había revelado sus planes de vender 23 de sus aviones por un total de 519 millones de dólares, como parte de sus esfuerzos para reducir costos. Además, la empresa indicó que despedirá a parte de su personal, una medida que se alinea con la reducción de su volumen de vuelos proyectado para el próximo año.
El 18 de octubre, Spirit Airlines firmó un acuerdo con la multinacional GA Telesis para vender 23 aviones A320ceo y A321ceo, con la entrega programada entre octubre de 2024 y febrero de 2025. Con esto, la aerolínea espera ahorrar aproximadamente 80 millones de dólares anuales, como parte de su plan para "volver a la rentabilidad".
Este proceso de reestructuración llega en un momento crítico para Spirit Airlines, que atraviesa una crisis financiera desde principios de 2023, cuando JetBlue rompió un acuerdo para adquirirla por 6.600 millones de dólares, tras la intervención del Departamento de Justicia de EE.UU., que bloqueó la operación por posibles violaciones a las leyes antimonopolio.
Recientemente, Spirit también retrasó hasta finales de diciembre el plazo para refinanciar una deuda superior a 1.000 millones de dólares.