
El fiscal especial Jack Smith solicitó el lunes a un juez federal que desestime el caso contra el presidente electo Donald Trump, quien está acusado de conspirar para anular las elecciones de 2020. Smith citó una política de larga data del Departamento de Justicia, que establece que los presidentes en funciones no pueden ser procesados mientras ocupen el cargo.
Este movimiento, que se formalizó en una presentación judicial, marca el fin de uno de los esfuerzos más significativos del Departamento de Justicia para responsabilizar a Trump por lo que los fiscales describieron como una conspiración criminal para mantener el poder, en los días previos al asalto al Capitolio de EE. UU. el 6 de enero de 2021.
Los fiscales, basándose en la tradicional orientación del Departamento de Justicia, argumentaron que la Constitución requiere que este caso sea desestimado antes de que el acusado asuma oficialmente la presidencia. Según los documentos judiciales presentados, esta prohibición es categoría y no depende de la gravedad de los delitos imputados, ni de la solidez de las pruebas en contra de Trump, aunque el gobierno sigue respaldando la acusación.
La solicitud de desestimación se esperaba tras el análisis del equipo de Smith sobre cómo manejar tanto el caso de interferencia electoral de 2020 como el caso de los documentos clasificados. El Departamento de Justicia sostiene que, bajo esta política, Trump ya no puede ser procesado como presidente en funciones, ya que dicha inmunidad judicial está vigente durante su mandato.
Trump ha calificado ambos casos de motivados políticamente, y ha prometido despedir a Jack Smith tan pronto como asuma el cargo en enero. El caso de interferencia electoral fue inicialmente considerado uno de los más graves que enfrentaba Trump mientras buscaba regresar a la Casa Blanca. Sin embargo, se estancó debido a las batallas legales sobre su inmunidad judicial por los actos cometidos durante su tiempo en el cargo.
En julio, la Corte Suprema de EE. UU. dictaminó que los expresidentes gozan de una amplia inmunidad judicial, y devolvió el caso a la jueza Tanya Chutkan, quien deberá determinar qué cargos en la acusación, si los hubiera, podrían continuar con el proceso judicial.
Este caso había comenzado a cobrar nuevo impulso en las semanas previas a las elecciones de 2024, cuando el equipo de Smith presentó en octubre nuevos documentos y pruebas que planeaban utilizar en el juicio. En este escrito, los fiscales acusaban a Trump de recurrir a acciones ilegales en su desesperado intento de anular el resultado de las elecciones, después de haber perdido frente al presidente Joe Biden.