A pocos días de la controvertida toma de posesión en Venezuela, varios países latinoamericanos han fijado su postura frente a la reelección de Nicolás Maduro. Algunos mandatarios han decidido rechazar la invitación, mientras que otros han optado por mantener relaciones diplomáticas, enviando delegaciones oficiales. La elección presidencial de julio de 2024 sigue alimentando tensiones políticas en la región.
Los comicios de julio fueron duramente cuestionados por Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA), quienes denunciaron irregularidades y falta de transparencia. Aunque Maduro fue declarado ganador, su principal opositor, Edmundo González, se considera presidente legítimo y ha prometido regresar del exilio para asumir el liderazgo.
En este contexto polarizado, repasamos las decisiones de diversos países respecto a su participación en la ceremonia oficial.
Chile: Críticas al proceso electoral y la toma de posesión
El presidente chileno, Gabriel Boric, ha adoptado una postura crítica hacia el gobierno de Maduro, calificando las elecciones como un "fraude electoral". Chile ha solicitado la publicación de las actas de votación, pero hasta el momento no reconoce ni a Maduro ni a González como presidentes legítimos. En agosto de 2024, las relaciones entre ambos países se tensaron aún más, lo que llevó a la expulsión del personal diplomático chileno en Caracas.
El martes por la tarde, la misión del Embajador de Chile en Venezuela llegó a su fin. Según un comunicado de la Cancillería chilena, esta medida responde a "la evolución de los hechos tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024″, después de las cuales "Nicolás Maduro ha asegurado que continuará siendo presidente desde el 10 de enero, como resultado del fraude electoral perpetrado por su régimen".
Argentina: Respaldo firme a Edmundo González durante la toma de posesión
El presidente argentino, Javier Milei, fue uno de los primeros en reconocer a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela. Durante la reciente gira de González, Milei lo recibió en Buenos Aires, fortaleciendo el apoyo a su causa. Las relaciones entre Argentina y Venezuela se deterioraron aún más tras la expulsión de diplomáticos argentinos en Caracas, marcando un punto álgido en sus tensiones bilaterales.
Frente a esto, el gobierno de Maduro acusó al gobierno argentino de estar “involucrado en los planes violentos para atentar contra la paz de Venezuela”, destacando un supuesto atentado contra la vicepresidenta Delcy Rodríguez, aunque sin presentar pruebas de dichas acusaciones.
México: Neutralidad cuestionada
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha adoptado una postura de autodeterminación, evitando reconocer ni a Maduro ni a González. No obstante, México ha confirmado que enviará una representación diplomática a la investidura, lo que ha provocado críticas tanto de opositores venezolanos como de sectores internacionales. Esta decisión refleja un giro respecto a su postura inicial, que había exigido transparencia en los resultados electorales.
Colombia: Mediación sin éxito
El gobierno de Gustavo Petro no reconoce a ninguno de los dos líderes como presidente legítimo, pero intentó mediar en la crisis electoral exigiendo transparencia en las actas. Sin resultados concretos, Petro ha tratado de mantener relaciones diplomáticas estables y evitar una ruptura similar a la que ocurrió durante la administración de Iván Duque.
Sin embargo, no fue hasta este miércoles que adoptó una postura definitiva, declinando la invitación a participar en el acto de investidura. "Las elecciones pasadas en Venezuela no fueron libres. No hay elecciones libres bajo bloqueos (…) No podemos reconocer elecciones que no fueron libres y esperamos que se puedan realizar pronto sin bloqueos ni intimidaciones internas", afirmó Petro en su cuenta de X.
Brasil: Llamados a la transparencia
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha mantenido una posición neutral, instando a Venezuela a garantizar la transparencia de los resultados. Brasil no reconoce ni a Maduro ni a González como presidentes, pero sigue manteniendo diálogos con ambos sectores en busca de una salida pacífica a la crisis.
La investidura de Nicolás Maduro refleja la creciente división política en América Latina. Mientras algunos gobiernos respaldan a Edmundo González como presidente legítimo, otros prefieren mantener relaciones diplomáticas con Caracas. Este evento representa un punto clave en la crisis política venezolana y su impacto en las relaciones internacionales de la región.