
El 23 de junio de 2023, durante la tarde en la ciudad italiana de Conegliano, en la provincia de Treviso, Margherita Ceschin fue golpeada en la cabeza y posteriormente ahogada con una almohada en su hogar, según los resultados de la investigación realizada por la policía italiana.
Cinco dominicanos, junto con Enzo Lorenzon, exesposo de la víctima, son actualmente juzgados por este crimen, de acuerdo con lo informado por los medios locales, que han dado cobertura extensa al caso.
Entre los dominicanos se encuentran dos hermanos, que son primos de la actual pareja sentimental del presunto autor intelectual del asesinato.
Esta es la historia de un divorcio que desembocó en la contratación de sicarios dominicanos, un asesinato, una fuga y un juicio penal.
El divorcio y la manutención
El conflicto comenzó con un divorcio y una gran cantidad de dinero en juego. Enzo Lorenzon, un exempresario agrícola, debía pagar a Margherita 10,000 euros mensuales como pensión alimenticia, según la orden judicial. Esta cifra podría haber aumentado hasta 15,000 euros debido a un juicio pendiente relacionado con la gestión del divorcio. Además, había una fortuna a repartir entre ambos.
La investigación policial concluyó que el móvil detrás del asesinato fue el dinero. Lorenzon, al parecer, contrató a los dominicanos para eliminar a su exesposa con el fin de evitar seguir pagando esa suma y, además, quedarse con una parte de la fortuna que estaba en disputa. Pero, ¿cómo sucedió?
En el momento del crimen, Lorenzon, de 80 años, tenía una nueva pareja, Dileysi Lorenzo Guzmán, de 32 años y originaria de la República Dominicana, quien es prima de dos de los involucrados en el asesinato. Este vínculo pudo haber sido el primer contacto que permitió el desarrollo de los hechos.
El asesinato
Según la versión preliminar de las autoridades italianas, Lorenzon no quería seguir cumpliendo con los pagos a su exesposa ni compartir la fortuna pendiente. Por eso, decidió acabar con su vida para satisfacer sus propios intereses. Fue entonces cuando intervino la red de dominicanos que están siendo procesados judicialmente. A través de los intermediarios Juan María Beltré y Kendy María Rodríguez, Lorenzon contrató a tres hombres para llevar a cabo el crimen.
La noche del 23 de junio de 2023, Margherita Ceschin quedó con unas amigas para cenar, pero nunca se presentó. Tampoco respondió a las llamadas de sus hijas, lo que llevó a las autoridades a acudir a su domicilio al día siguiente, donde encontraron su cadáver.
Los tres dominicanos habrían recibido un pago de un millón de euros y propiedades en Santo Domingo por llevar a cabo el asesinato.
A simple vista, parecía un robo, ya que la casa de Margherita estaba desordenada. Sin embargo, no se había llevado nada valioso, lo que suscitó la atención de las autoridades.
La fuga
Tras el crimen, los presuntos asesinos huyeron. Joel Luciano Lorenzo regresó a la República Dominicana, tomando un vuelo hacia la isla, donde permaneció un tiempo. No obstante, el 25 de octubre de 2024 fue localizado y detenido en San Juan de la Maguana, en el sur de la isla. El 26 de enero de 2025, fue extraditado a Italia y actualmente está en prisión en Rebibbia, esperando su juicio.
Por su parte, José Luis Mateo García permaneció en Europa. El 3 de enero de 2024, su vehículo fue detenido por los Mossos en Cataluña, España, durante un control rutinario. Al verificar su pasaporte, descubrieron que tenía una orden de arresto europea por homicidio.
Lloró su muerte
Enzo Lorenzon, el exesposo de Margherita, se mostró afectado por su muerte y hasta pidió participar en los preparativos del funeral.
El hermano de la víctima, Paolo Ceschin, relató a los medios italianos cómo reaccionó Lorenzon tras el hallazgo del cadáver. “Se sentó a la mesa con sus hijas y conmigo para hablar sobre el funeral. Incluso tuvo el descaro de sugerir que compráramos juntos una corona de flores para Margherita”, contó Paolo.
Aunque inicialmente fue detenido, Enzo Lorenzon fue colocado bajo arresto domiciliario en una residencia para personas mayores a partir del 6 de febrero de 2024, sin usar pulsera electrónica, a decisión del juez Marco Biagetti. Esta medida ha sido rechazada por los familiares de la víctima.
Paolo Ceschin expresó su indignación: “No está bien. Debería estar en prisión. Es un hombre sin escrúpulos, podría huir. Nunca le perdonaré lo que le hizo a Margherita”.
El juez aceptó los motivos de salud expuestos por la defensa, que alegó que Lorenzon sufre de problemas cardíacos y renales.