El secretario general de la ONU, António Guterres, ha solicitado este jueves una investigación "creíble, independiente e imparcial" sobre las recientes muertes ocurridas en Siria en las últimas semanas, en su mayoría de miembros de la minoría alauí. Guterres también subrayó que "toda violencia debe cesar".
"Nada puede justificar el asesinato de civiles, como se ha informado en los últimos días. Toda violencia debe cesar, y debe llevarse a cabo una investigación imparcial y creíble de las violaciones, con los responsables rindiendo cuentas", expresó el secretario general en un comunicado.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha estimado que cerca de 1,400 civiles han muerto en los combates de la semana pasada, desencadenados por una serie de ataques de grupos leales al expresidente Bashar al Assad. Estos ataques provocaron una operación a gran escala por parte de las nuevas autoridades sirias. El presidente de transición, Ahmed al Shara, líder del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), anunció el domingo la creación de una comisión nacional independiente, compuesta por siete magistrados, que investigará las recientes masacres.
"Medidas audaces y decisivas"
Guterres destacó que las nuevas autoridades sirias "se han comprometido" a construir un país "inclusivo". "Se necesitan medidas audaces y decisivas para garantizar que todos los sirios, independientemente de su origen étnico, religión, afiliación política o género, puedan vivir en seguridad, dignidad y sin temor", afirmó.
En este contexto, el secretario general indicó que la ONU "está dispuesta a trabajar junto al pueblo sirio y apoyar una transición política inclusiva que asegure la rendición de cuentas", y que permita a Siria reintegrarse a la comunidad internacional.
Guterres también señaló que el futuro "brillante y merecido" de Siria "pende de un hilo", por lo que es urgente "actuar". "Desde el 8 de diciembre, hay una nueva esperanza de que los sirios puedan trazar un camino diferente, con la oportunidad de reconstruir, reconciliarse y crear una nación donde todos puedan vivir en paz y con dignidad", expresó.
El secretario general también recordó, en el aniversario de la guerra, que el conflicto dejó "cientos de miles" de personas "asesinadas, desaparecidas, torturadas". "La guerra vio el uso de armas químicas y las bombas mataron indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños", rememoró. A pesar de que la guerra de Siria "se convirtió en uno de los conflictos más devastadores del mundo, con un coste humano incalculable", su pueblo "nunca vaciló en sus firmes y valientes llamamientos a la libertad, la dignidad y un futuro justo".
