
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) anunció este jueves una "drástica reestructuración" que implicará la eliminación de 10,000 empleos.
Este recorte de personal se suma a los aproximadamente 10,000 empleados que decidieron abandonar el departamento de manera voluntaria desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo.
Según HHS, esta reestructuración permitirá un ahorro de 1,800 millones de dólares para los contribuyentes.
La combinación de salidas voluntarias y el nuevo plan de reestructuración reducirá la plantilla del departamento en una cuarta parte, pasando de 82,000 a 62,000 empleados a tiempo completo.