Cory Booker se pronuncia por más de 25 horas en el Senado en oposición a la agenda de Trump

gettyimages-1229055778-2-01322f9b4033eae8e4c654c7002fbf3195addb69-s1100.jpg

WASHINGTON, DC - OCTOBER 13: U.S. Sen. Cory Booker (D-NJ) looks on as Supreme Court nominee Judge Amy Coney Barrett testifies before the Senate Judiciary Committee on the second day of her Supreme Court confirmation hearing on Capitol Hill on October 13, 2020 in Washington, DC. With less than a month until the presidential election, President Donald Trump tapped Amy Coney Barrett to be his third Supreme Court nominee in just four years. If confirmed, Barrett would replace the late Associate Justice Ruth Bader Ginsburg. (Photo by Hilary Swift-Pool/Getty Images)

El senador demócrata Cory Booker protagonizó una protesta histórica en el Senado, que se extendió durante dos días, para alertar sobre los daños que, según él, el gobierno del presidente Donald Trump está infligiendo al pueblo estadounidense.

El demócrata de Nueva Jersey habló durante 25 horas y 5 minutos, según su oficina, rompiendo así el récord del discurso más largo en la historia reciente de la Cámara Alta.

A sus 55 años, Booker superó el discurso del fallecido senador Strom Thurmond, quien sostuvo la marca de 24 horas y 18 minutos en 1957. Booker explicó que su intervención fue en respuesta a los comentarios de Thurmond contra la Ley de Derechos Civiles de 1957. “Desde que llegué al Senado, siempre sentí que había una sombra extraña sobre esta institución: el discurso más largo, todos los problemas que surgieron, todas las causas nobles que la gente defendió o las cosas que normalmente intentan detener; simplemente me parecía raro que existiera ese historial”, comentó Booker a CNN. “Y como alguien que creció con las historias del Movimiento por los Derechos Civiles, junto con mis padres y sus amigos, sentí que algo no estaba bien. Siempre lo sentí así”.

Booker comenzó su intervención a las 7 p.m. del lunes, comprometiéndose a continuar su protesta mientras fuera “físicamente capaz” y con poco más que un versículo de la Biblia en su bolsillo, según comentó a CNN.

Este discurso maratónico, pronunciado por Booker, quien forma parte del equipo de liderazgo demócrata del Senado, ocurre en un contexto donde su partido enfrenta una creciente presión de sus votantes para adoptar una postura más firme contra Trump. Sin el control del poder en Washington, los demócratas se han visto limitados en sus opciones, enfrentando dificultades para encontrar una estrategia común para contrarrestar las políticas del gobierno. No obstante, el discurso de Booker se erige como una de las protestas más destacadas de un legislador demócrata en el segundo mandato de Trump.

Aunque retrasó las actividades legislativas en el Senado durante el martes, su discurso no buscaba bloquear ninguna legislación específica, sino que sirvió como una protesta simbólica, ya que no estaba impidiendo el avance de ninguna iniciativa concreta.

En sus comentarios, Booker advirtió que el “país está en crisis” mientras criticaba una amplia gama de temas, desde los esfuerzos de Elon Musk por reformar el gobierno bajo Trump hasta los posibles recortes en programas clave de atención médica para millones de estadounidenses.

“Me levanto con la intención de interrumpir la actividad normal del Senado mientras me sea físicamente posible”, afirmó Booker al inicio de su discurso. “Lo hago porque creo, con todo mi ser, que nuestro país está en crisis”.

El senador destacó el daño que, según él, Trump había causado a la seguridad, estabilidad financiera y a los cimientos de la democracia en tan solo 71 días, y subrayó que los tiempos actuales en EE. UU. no son normales y no deberían ser tratados como tales en el Senado.

Al comenzar su intervención el lunes, Booker reveló que su discurso estaba inspirado en el legado de John Lewis, el ícono de los derechos civiles y veterano congresista estadounidense. De forma contraria a Thurmond, quien había usado su intervención para oponerse a la Ley de Derechos Civiles de 1957, Booker dedicó su récord a honrar a Lewis, mencionando que había prometido hacerle sentir orgullo hacia el final de su vida.

“No tomaría este momento moral como algo habitual”, dijo Booker sobre Lewis, y planteó una importante reflexión: “¿Dónde reside la Constitución? ¿En el papel o en nuestros corazones?”.

Booker, quien ha representado a Nueva Jersey en el Senado desde 2013, es el primer estadounidense negro en hacerlo, y uno de los cinco senadores negros actualmente en la Cámara Alta.

Durante el discurso, varios senadores demócratas, incluido el líder de la minoría, Chuck Schumer, se unieron a él en el pleno del Senado para mostrar su apoyo. Booker se negó a ceder la palabra para un receso, lo cual habría permitido al presidente continuar con los asuntos del Senado. La única interrupción en su intervención ocurrió cuando hizo una breve pausa para la oración de la Cámara al mediodía del martes y en ciertos momentos cuando respondió a preguntas de sus colegas.

“Debemos asumir la responsabilidad de este momento y también estar a la altura. Mi equipo y yo hemos hablado mucho sobre otras formas de contribuir a la causa de nuestro país en este preciso momento”, declaró Booker después de terminar su discurso.

A lo largo de los últimos años, el Senado ha sido escenario de varios discursos maratónicos pronunciados por senadores, entre ellos: Jeff Merkley contra Neil Gorsuch (2017), Chris Murphy sobre el control de armas (2016), Rand Paul sobre la vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (2015) y Ted Cruz contra la Ley de Atención Médica Asequible (2013).

Cruz, quien estableció su propio récord en 2013 con un discurso de 21 horas, le dio un consejo a Booker: “Usa zapatos cómodos y no bebas agua”.

Booker, por su parte, comentó que dejó de comer y se deshidrató antes de su intervención, lo que le causó calambres y espasmos musculares a medida que pasaban las horas.

Aunque su intervención no fue una maniobra obstruccionista, Booker mantuvo el pleno del Senado abierto mientras continuaba hablando, lo que mantuvo ocupado al personal del Senado y a la Policía del Capitolio de EE. UU. Aunque los legisladores ya habían concluido sus votaciones antes de que Booker comenzara su discurso, su intervención prolongó la jornada legislativa.

En su alocución, Booker expresó su preocupación sobre los posibles recortes a Medicaid por parte de los republicanos del Congreso, y cómo estos recortes afectarían a sus electores y a millones de estadounidenses en todo el país.

Los republicanos, por su parte, han insistido en que no recortarán Medicaid, pero han propuesto recortes sustanciales al gasto, sin especificar qué programas sufrirían esos recortes.

En un momento de su discurso, Booker citó al fallecido senador John McCain y reflexionó sobre la histórica votación que el republicano de Arizona tuvo en 2017 sobre la atención médica, trazando paralelismos con la situación actual.

“Es desesperante que en este país estemos enfrentando una crisis de salud sin que se haga nada para resolverla, mientras nos quedamos atrapados en una lucha entre hacer pequeños cambios o destruir todo sin un plan para mejorarlo, dejando a más estadounidenses sufriendo”, dijo Booker, alzando la voz con emoción. “Senador McCain, sé que no aprobarías esto, sé que estarías gritando. He visto lo enfadado que te ponías cuando las cosas se hacían mal en este hemiciclo, tanto por demócratas como por republicanos”.

Los demócratas, incluidos varios senadores, elogiaron el esfuerzo de Booker. Booker agradeció a cada uno de ellos por su apoyo y mencionó particularmente al senador Chris Murphy, quien lo acompañó durante toda la noche, en un intercambio de roles con respecto a cuando Booker lo apoyó en 2016 tras la masacre en el club nocturno Pulse.

Durante las largas horas de su intervención, Booker fue acompañado por varios de sus colegas, quienes lo alentaron con pequeños gestos, como abrazos o señales de aprobación. Schumer fue uno de los primeros en hacerle preguntas y elogiar la “fuerza y convicción” que lo habían llevado a emprender esa inusual intervención.

A las 7:19 p.m. del martes, Schumer le preguntó a Booker si sabía que había roto el récord y, en ese momento, el Senado entero se puso de pie en una ovación de reconocimiento.

Fuente: CNN

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

desplazarse a la parte superior