El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles que incrementará los aranceles a los productos chinos a un 125%, como respuesta a las medidas punitivas de Pekín, mientras que reducirá los gravámenes para el resto de sus socios comerciales a un 10%.
“Debido al desprecio que China ha mostrado hacia los mercados globales, elevo inmediatamente el arancel a los productos chinos al 125%”, escribió Trump en su red social, Truth Social.
Además, tras recibir solicitudes de negociación de más de 75 países, el mandatario autorizó una “pausa de 90 días” en los aranceles recíprocos, durante la cual los gravámenes se reducirán considerablemente al 10%, también con efecto inmediato.
Reacción en los mercados
La noticia tuvo un impacto positivo en los mercados. La Bolsa de Nueva York experimentó un fuerte repunte tras el anuncio de Trump, que suspendió los aranceles recíprocos por 90 días, aunque excluyendo a China.
A las 18:30 GMT, el Dow Jones había subido un 5.61%, el Nasdaq avanzaba un 7.44% y el S&P 500 ganaba un 6.22%.
Aumento de los precios del petróleo
Los precios del petróleo también repuntaron este miércoles después del anuncio de la pausa en los aranceles recíprocos. A las 17:30 GMT, el barril de crudo Brent del Mar del Norte subía un 0.97%, alcanzando los 63.43 dólares, mientras que el West Texas Intermediate subía un 1.17%, llegando a los 60.28 dólares.
China busca proteger su economía frente a los aranceles
China está tratando de mitigar los efectos de los aranceles estadounidenses, que alcanzan un 104%, mediante el fomento del consumo interno y la inversión en sectores clave. Sin embargo, según los analistas, el país sigue siendo vulnerable a las presiones comerciales impuestas por Donald Trump.
A pesar de las dificultades económicas, Pekín mantiene su postura firme contra la guerra comercial y su primer ministro, Li Qiang, expresó el martes que China tiene plena confianza en la resiliencia de su economía.
Retos para la economía china
La economía de China ha mostrado signos de debilidad en los últimos años, con un alto desempleo juvenil y una crisis inmobiliaria que afecta el consumo. Henry Gao, experto en derecho comercial de la Universidad de Gestión de Singapur, señaló que “la economía china es mucho más frágil de lo que era durante el primer mandato de Trump, y no podrá absorber fácilmente el impacto de estos aranceles adicionales”.
El comercio exterior ha sido uno de los pocos sectores que ha mostrado crecimiento en China, siendo Estados Unidos el principal destino de sus exportaciones. En 2024, las exportaciones chinas hacia EE.UU. alcanzaron casi 440,000 millones de dólares, lo que representa casi tres veces la cantidad de bienes exportados desde EE.UU. hacia China.
Una "oportunidad estratégica" para China
A pesar de los efectos negativos de los aranceles, China ve la situación como una "oportunidad estratégica", según el Diario del Pueblo, el medio oficial del Partido Comunista. Pekín pretende aprovechar la presión externa para impulsar reformas económicas internas, incluyendo un mayor enfoque en el consumo y la innovación tecnológica.
China también ha anunciado medidas de represalia, como nuevas restricciones a la exportación de tierras raras, utilizadas en la tecnología de consumo y en equipos electrónicos, entre otras áreas.
La respuesta de Pekín: apoyo a sectores clave
Pekín podría intensificar su apoyo a sectores estratégicos como la inteligencia artificial y los semiconductores, con el objetivo de reducir la dependencia de los cambios geopolíticos globales y reforzar la autonomía tecnológica del país.
Sin embargo, algunos expertos, como Frederic Neumann de HSBC, advierten que la economía china tendrá dificultades para superar el impacto de estos aranceles y la caída en la demanda de productos estadounidenses. Según Neumann, China podría intentar compensar esta pérdida mediante incentivos para el consumo interno, como programas de recompra de electrodomésticos o descuentos en autos eléctricos.
China, con su enfoque en aumentar la demanda interna, podría intentar reemplazar a Estados Unidos en el liderazgo económico mundial, siempre y cuando logre estimular el consumo y la inversión en su propio mercado.