"La muerte no es el fin de todo, sino el comienzo de algo nuevo", reflexiona el papa Francisco en un texto inédito publicado tras su fallecimiento este lunes a los 88 años. Se trata del prólogo del libro En espera de un nuevo comienzo. Reflexiones sobre la vejez, escrito por el cardenal Angelo Scola y que saldrá a la venta este 24 de abril.
En el texto, fechado el 7 de febrero y difundido este martes por medios italianos, el pontífice argentino ofrece una mirada esperanzadora sobre el final de la vida:
"La muerte no es el fin de todo, sino el comienzo de algo. Es un nuevo inicio, como bien indica el título del libro, porque la vida eterna —que quienes aman ya experimentan en las tareas cotidianas— es el comienzo de algo que no tiene fin. Y es precisamente por eso que se trata de un nuevo comienzo: porque viviremos algo que nunca hemos vivido completamente, la eternidad."
Además de hablar sobre la muerte, Francisco también reflexiona con profundidad sobre la vejez, un tema central en la obra del cardenal Scola. En sus palabras, el Papa resalta el valor intrínseco de esta etapa de la vida:
"Incluso la elección del término 'viejo' resuena con verdad en mí. No debemos temer a la vejez ni rechazar el envejecimiento, porque la vida es vida, y endulzar la realidad es traicionar su verdad. Devolverle dignidad a una palabra que con demasiada frecuencia se percibe como negativa es un gesto valiente que debemos agradecerle al cardenal Scola."
Francisco critica la cultura del descarte que suele marginar a los ancianos y reivindica la palabra “viejo” como sinónimo de sabiduría:
"Decir viejo no significa desecho. Al contrario, significa experiencia, conocimiento, discernimiento, reflexión, escucha, lentitud… ¡valores que tanto necesitamos hoy!"
El Papa también propone asumir esta etapa con serenidad y gratitud:
"Vivir el tiempo de la vejez como una gracia, y no con amargura. Si recibimos con agradecimiento ese período en el que sentimos la merma de fuerzas, el aumento del cansancio, los reflejos más lentos… entonces, incluso la vejez se convierte en una verdadera etapa de vida."
Este texto adquiere ahora un significado aún más profundo, al ser publicado tras la muerte del pontífice, como una suerte de testamento espiritual sobre el sentido de la muerte y el valor de la vejez.
