Directivo del FMI insta a UE y EE.UU. a reducir tensiones y avanzar hacia un acuerdo comercial

Estados Unidos y la Unión Europea deben "desescalar" las tensiones y "negociar un acuerdo" comercial que permita impulsar el crecimiento económico en el continente europeo, afirmó este viernes Alfred Kammer, director del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Europa.

El llamado de Kammer se produce en medio de un clima de incertidumbre comercial, tras la reciente decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles elevados a varios países, incluida la Unión Europea. Aunque posteriormente la mayoría de estos gravámenes fueron reducidos temporalmente a un nivel uniforme del 10%, sectores clave como el automotriz, el acero y el aluminio siguen siendo objeto de sobretasas.

La Casa Blanca ha dado un plazo de 90 días —hasta julio— para que los países o bloques afectados por estas medidas negocien acuerdos bilaterales destinados a reducir barreras comerciales con Estados Unidos.

Conversaciones en punto muerto

Durante una rueda de prensa celebrada en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington, Kammer aseguró que "no hay diferencias de fondo con los líderes europeos sobre la importancia de la relación transatlántica", pero destacó la urgencia de avanzar en un acuerdo.

“Es necesario hacer un esfuerzo para desescalar y negociar un acuerdo”, subrayó el funcionario.

Aunque es la Comisión Europea la responsable de liderar las negociaciones comerciales en nombre de los Estados miembros, varios ministros europeos de Finanzas se han pronunciado sobre el estado del proceso.

El ministro de Economía de Francia, Eric Lombard, reconoció el jueves que las negociaciones con Washington están estancadas: “No vamos a ocultar que todavía estamos muy lejos de un acuerdo”.

Un poco de optimismo desde Alemania

Por su parte, el ministro de Finanzas alemán, Joerg Kukies, se mostró algo más optimista. “Creemos que esto funcionará, y cuanto antes, mejor”, afirmó.

Kammer también abordó los desafíos del crecimiento económico en Europa, que se ha quedado atrás en comparación con Estados Unidos en los últimos años. A pesar de esa percepción, aseguró que Europa “sí es competitiva” y cuenta con un superávit por cuenta corriente frente al resto del mundo. Sin embargo, admitió que existen “brechas de productividad, en particular en productividad laboral”, que deben cerrarse para mejorar el desempeño económico.

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