Rusia y Ucrania reportaron nuevos ataques el jueves, en el primer día de un alto el fuego unilateral de 72 horas anunciado por el presidente ruso Vladímir Putin. Mientras tanto, el parlamento ucraniano aprobó por unanimidad un acuerdo histórico de cooperación en minerales con Estados Unidos, considerado un paso estratégico para fortalecer la relación bilateral y apoyar la reconstrucción del país.
El acuerdo permitirá a Washington acceder a los recursos minerales aún inexplorados de Ucrania y contempla la creación de un fondo de inversión conjunto. La ministra de Economía, Yuliia Svyrydenko, destacó que el tratado “marca un nuevo modelo de interacción con un socio estratégico clave”.
En paralelo, autoridades ucranianas denunciaron que las fuerzas rusas violaron la tregua más de 700 veces entre la medianoche y el mediodía del jueves, incluyendo ataques con artillería y bombas guiadas en varias regiones del este y noreste, como Donetsk y Sumy, donde al menos una persona murió y otras dos resultaron heridas.
El alto el fuego coincide con las celebraciones del 80º aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. Sin embargo, el presidente Volodímir Zelenski calificó la iniciativa rusa como una “manipulación” destinada a ofrecer una pausa simbólica para el desfile militar de Moscú, sin intención real de cesar las hostilidades.
Mientras tanto, en Moscú, Putin recibió al presidente chino Xi Jinping, a quien describió como “el principal invitado” en las conmemoraciones. Ambos líderes reforzaron su alianza estratégica, destacando la cooperación bilateral en medio de tensiones crecientes con Occidente. China ha brindado un respaldo diplomático clave a Rusia desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022, convirtiéndose además en uno de sus principales compradores de petróleo y gas, así como en proveedor de tecnología tras las sanciones occidentales.
Aunque Ucrania ratificó su voluntad de alcanzar una tregua duradera —como la propuesta de 30 días impulsada por EE.UU. en marzo— el Kremlin no ha mostrado intención de ceder, y acusa a Kiev de continuar los ataques. Rusia también declaró alertas por amenazas de drones en varias regiones, aunque no se reportaron daños mayores.
Con los esfuerzos de paz estancados y los combates activos en el frente, el llamado de Moscú al alto el fuego parece haber tenido más valor simbólico que práctico.
