Taylor Swift ha sido retirada oficialmente como testigo en la batalla legal que enfrenta a los actores Blake Lively y Justin Baldoni por los conflictos derivados del rodaje de la película It Ends With Us. El juicio está programado para comenzar el 9 de marzo de 2026.
Baldoni —quien dirigió y coprotagonizó el filme junto a Lively— retiró este jueves la solicitud judicial que buscaba citar a la cantante como testigo, alegando su vínculo de amistad con la actriz.
Un portavoz del equipo de Lively confirmó la decisión y expresó satisfacción por el cambio:
“Estamos contentos de que el equipo legal de Baldoni haya retirado sus citaciones de acoso a Taylor Swift y su bufete de abogados”, señaló.
También agregaron que seguirán "defendiendo a cualquier tercero que sea injustamente acosado o amenazado en el proceso".
El portavoz criticó además los intentos del equipo de Baldoni por vincular a la artista:
“Desde el inicio, han intentado aprovecharse de la fama de Taylor para desviar la atención del caso real”.
Sin vínculo con la producción
Swift fue citada a principios de mes, pero su equipo dejó claro que no tuvo participación en el desarrollo de It Ends With Us.
“Nunca estuvo en el set, no participó en el casting ni en decisiones creativas, no compuso la banda sonora, nunca vio una edición ni dio notas sobre la película”, afirmaron.
La única conexión con el filme fue la licencia para usar una de sus canciones, al igual que otros 19 artistas.
Acusaciones cruzadas
La semana pasada, el equipo legal de Baldoni presentó una carta ante el juez alegando que Lively habría amenazado con divulgar mensajes privados entre ella y Swift si esta no la apoyaba públicamente. Sin embargo, el juez desestimó el documento por considerarlo “indebido” e “irrelevante”.
La disputa legal se originó a finales de 2024, cuando Lively denunció a Baldoni por acoso sexual y conducta inapropiada durante el rodaje. La demanda incluye un reclamo de 400 millones de dólares. Desde entonces, el conflicto ha escalado: Baldoni y su productora, Wayfarer, contrademandaron a Lively, a su esposo Ryan Reynolds y a su publicista por supuestamente intentar destruir su carrera profesional.
