
Israel lanzó este domingo una nueva oleada de ataques contra Irán, luego de que el primer ministro Benjamin Netanyahu advirtiera que Teherán "pagará un precio muy alto" por la muerte de una decena de civiles.
Simultáneamente, Irán respondió con el lanzamiento de misiles hacia territorio israelí, lo que activó las sirenas antiaéreas en Jerusalén y otras ciudades.
La ofensiva israelí incluyó bombardeos sobre instalaciones militares y depósitos de combustible en suelo iraní. Entre los objetivos alcanzados figura un avión de reabastecimiento destruido en el aeropuerto de Mashhad, en el este del país, así como "decenas" de ataques sobre infraestructuras que albergan misiles en el oeste de Irán.
En Teherán, la televisión estatal reportó la muerte de al menos cinco personas tras el impacto de un misil israelí en un edificio residencial. De acuerdo con un periodista de AFP, se registraron “dos explosiones” con pocos minutos de diferencia en las cercanías del Ministerio de Comunicaciones.
Ante la escalada del conflicto, el gobierno iraní anunció que mezquitas, estaciones de metro y escuelas funcionarán como refugios para la población a partir de la noche del domingo.
Del lado israelí, los ataques del sábado y la madrugada del domingo dejaron diez muertos y más de 200 heridos, según datos de servicios de emergencia y la policía, lo que eleva a 13 el número de fallecidos desde el inicio de las hostilidades el viernes. En Irán, al menos 128 personas —entre ellas mujeres y niños— han muerto y alrededor de 900 han resultado heridas, según el diario Etemad, citando al Ministerio de Salud.
Netanyahu declaró que el objetivo de Israel es atacar “todas las instalaciones y objetivos del régimen” iraní.
El conflicto se desató el viernes, cuando Israel lanzó un ataque sin precedentes sobre territorio iraní con el objetivo declarado de impedir que la República Islámica se dote de armamento nuclear.
Tras décadas de tensiones indirectas y operaciones encubiertas, es la primera vez que ambos países se enfrentan militarmente de forma abierta y con tal intensidad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aliado clave de Israel, pidió este domingo a ambos países que “alcancen un acuerdo”. Aunque afirmó que “es posible” que EE.UU. se involucre en el conflicto, aseguró que “no está involucrado en este momento”.
Por su parte, el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchi, sostuvo que su país posee “pruebas sólidas” del apoyo logístico de bases y fuerzas estadounidenses en los ataques israelíes.