El Tribunal Colegiado de La Altagracia condenó este martes a Víctor Manuel Kery, conocido como “El Pastor”, y a Robinson Peguero, alias “El Profeta”, tras hallarlos culpables de delitos de agresión sexual contra varias víctimas. El proceso judicial fue celebrado a puertas cerradas debido a la sensibilidad del caso.
La acusación se sustentó en los artículos 330 y 333 del Código Penal Dominicano, en sus literales B, D y E, que tipifican y agravan los delitos de agresión sexual.
Según explicó el abogado José Alfredo Javier, representante de una de las víctimas, el tribunal encontró a Kery culpable de agresión sexual agravada, y no de violación, tras una revisión de los elementos probatorios. "Fue una variación jurídica basada en aspectos muy internos del caso", indicó el jurista.
Por ese delito, Kery fue condenado a 10 años de prisión y al pago de una indemnización de dos millones de pesos a favor de la víctima. La pena impuesta representa el máximo previsto dentro de ese tipo penal.
En cuanto a Robinson Peguero, fue sentenciado a cinco años de prisión por agresión sexual simple, al concluir que los elementos probatorios presentados en juicio así lo respaldaban.
El abogado Javier expresó su inconformidad con la severidad de las penas previstas por el actual Código Penal.
“No es justo que dentro de 10 y 5 años este tipo de sujetos esté en las calles tomando nuevas víctimas. Casos como este deberían conllevar penas de hasta 40 años”, declaró.
Otros representantes legales de las víctimas, como Ander Severino y José Rivera, valoraron positivamente la decisión del tribunal, aunque señalaron que les hubiese gustado una condena más severa.
“El tribunal hizo una sabia apreciación de las pruebas. Aunque hubiésemos querido una pena mayor, el Código Penal no lo permite”, comentó Rivera, quien también destacó los testimonios en cámara Gesell como pruebas clave.
Defensa apelará la sentencia
El abogado de Robinson Peguero, Dionisio Báez, manifestó su desacuerdo con la sentencia y anunció que apelará la decisión del tribunal.
“Solo dos declaraciones en cámara Gesell fueron usadas como prueba, y en ninguna se vincula directamente a mi defendido”, alegó Báez, asegurando que en su opinión debió emitirse una absolución total por falta de pruebas.
