
La República Dominicana ha progresado en su proceso de transición energética, alineándose con los objetivos de América Latina. Sin embargo, persisten obstáculos estructurales, entre ellos la necesidad de canalizar cerca de 3,000 millones de dólares para expandir la generación de energía renovable y diseñar políticas que impulsen la adopción de vehículos eléctricos en el sector transporte.
El ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, ofreció un reporte a la prensa sobre las acciones que el país está implementando para avanzar en esta transición, Durante la sexta reunión de ministros de energía de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), celebrada en Punta Cana y que contó con la participación de 32 delegaciones, se abordaron temas clave para impulsar la integración y la innovación en el sector de energías renovables en la región. El encuentro giró en torno al tema “Energía renovable en las Américas: Integración e innovación”.
Almonte señaló que el desarrollo de proyectos solares, eólicos, de biomasa, sistemas de almacenamiento con baterías y la movilidad eléctrica requiere inversiones significativas. Explicó que el país trabaja para cumplir con las metas establecidas en el Plan Energético Nacional 2022-2036, producir el 25 % y el 30 % de su energía total a partir de fuentes renovables para los años 2025 y 2030, en ese orden.
Según el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado, al finalizar 2023, solo el 15 % de la generación eléctrica fue a partir de fuentes limpias, lo que indica que el país debe intensificar sus esfuerzos.
Para alcanzar los objetivos, es necesario instalar 1,500 megavatios adicionales de energía renovable, lo que demanda una inversión aproximada de 3,000 millones de dólares a lo largo de varios años. No obstante, Almonte enfatizó que esta inversión provendrá principalmente del sector privado, no del gobierno.
También destacó la importancia de mantener políticas transparentes y facilitar la llegada de capital extranjero, creando un entorno propicio para que el sector privado participe activamente en el proceso de transición energética.
Finalmente, subrayó que República Dominicana se ha posicionado como un modelo en la región gracias a los avances en el desarrollo de energías renovables y al respaldo del capital privado en proyectos de energía térmica. No obstante, admitió que aún persisten desafíos significativos que deben superarse para acelerar la transición energética.











